Un elemento fundamental es adaptar el mobiliario escolar para minimizar al máximo esos ruidos tan molestos para nuestros alumnos y alumnas, que nos distraen e incluso interfiere en el trascurso de la clase. Por ello hemos utilizado una medida que conocemos de otros centros y que está teniendo buenos resultados y que hemos echado a rodar en dos de nuestras clases... ¡¡colocar pelotas de tenis en las patas de las sillas!!

Otra de las medidas ha sido la modificación del sonido del timbre del colegio. Aunque eso se merece otra entrada.