Comenzamos trayendo a la memoria un recuerdo alegre, una situación que nos hiciera sentir alegría. Para ello, teníamos muchísimas fotos repartidas por el suelo del salón de actos que nos ayudaron a recordar. Luego compartimos nuestros recuerdos en pequeño grupo e interpretamos uno ellos frente al resto de compañeros y compañeras de la clase. Que tenían que acetar qué recuerdo era y a quién pertenecía.
Fue una mañana donde los alumnos y alumnas pudieron hablar de las cosas que le provocan alegría y compartirlas, comprobar como se siente en nuestro cuerpo y en nuestra cara y como podemos confundir esta emoción con otros sentimientos.
Aquí os dejamos algunas imágenes.